Aprovecho este blogger de la Organización 23 de Marzo,
agrupación creada en ese barrio de El Calvario en el año 1978, vale esta
introducción para sumergirme un poco mas en décadas anteriores para hurgar en
aquellos personajes que formaron parte de esta comunidad.
No se si a ti te pasa lo mismo
que a mi, cuando sostienes conversación con algún vecino, amigos o familiares y
llega a la memoria aquellos cuentos de personajes o hechos que marcaron una
década y cuando la conversación se extiende, nos damos cuenta que tenemos mucho de que hablar y mucho
que aprender de este pueblo Hatillano.
Traer a la memoria esos recuerdos que nos contó alguien que cruzó
nuestro camino, nos hará querer
mas nuestro terruño.
Pues bien como este tema me
apasiona y aprovechando que aún tenemos algunos personajes que nos relate algo del pasado, he tomado la
decisión de enriquecer esta pagina (tratare que sea cada semana) con esas
anécdotas, que desde hoy me he
dado la tarea de realizar, con
algunas pequeñas historias que después de verificarlas las comentare. Como homenaje a aquellas personas que
ayudaron de alguna manera al crecimiento de nuestra comunidad. Comencé con un
pequeño relato del indio Aricabacuto, espero que mi próximo tema sea de interés
para los lectores de este Blogger.
Horacio Antonio Herrera
La historia de El Hatillo comienza tiempo atrás, cuando los primeros hombres ocuparon estas tierras. Poco se conoce de este pasado; sólo las investigaciones arqueológicas podrían revelarlo. Pero hasta ahora, lamentablemente, carecemos de suficiente informacion.
Por lo pronto, comenzaremos con la nación aborigen mariche y su cacique Aricabacuto.
La nación mariche extiende sus dominios a comienzos del siglo XVI en los valles del sureste, anexos al gran valle de Caracas. Una fila montañosa conserva su nombre para la historia.
Aricabacuto y sus hombres viven rodeados de quebradas, arroyos y manantiales que dan origen a cursos de agua mayores, conocidos con el tiempo como Tusmare y Quebrada Grande . Sus estrechos valles de agradable frescura invitan a morar aquí.
Testimonio de esta remota ocupación guarda la Cueva del Indio, gruta que la naturaleza construyo en una de las laderas que da a la sabana. Así mismo, Las Piedras Pintadas atestiguan su presencia. Allí, los primeros habitantes dejan grabadas figuras representativas de sus creencias. Muchos años después manos profanas sustraerán ese monumento histórico. Otras piedras aún guardan recuerdos a orillas de la quebrada de Tusmare, en el camino de La India.
El Maíz, la yuca, la batata, frutos silvestres o cultivados en sus conucos, unidos a la caza y a la pesca, le deparan a diario alimentos, mientras la sabana y la montaña suministraban los materiales para el bohío, maderas, palmas y pedernales.
De los mismos mariches se desprenden los pariaguanes, que contribuyen a formar nuevos pueblos cuando la colonización se extiende hacia los valles del Tuy. El mestizo Francisco Fajardo y su madre, "la casica Isabel," de los guaiqueríes de la isla de Margarita, son los primeros en acometer la empresa de conquistar el valle de los caracas y su pequeño valle anexo de El Hatillo.
Siendo Fajardo mestizo compuesto del indio y el español, aprovecha su origen para lograr que muchos naturales se plieguen a el. No obstante, otros le combaten. Entre estos últimos destaca nuestro cacique Aricabacuto, quien le enfrenta aproximadamente en el año 1560 y sale derrotado.
Ocho años más tarde, en 1568, Aricabacuto entra en la alianza que capitanea el cacique Guaicaipuro para detener el avance del capitán Diego de Lozada y sus soldados españoles. esa alianza fracasa; Lozada derrota a todos los que no aceptaron someterse. Las armas de fuego, el caballo y el perro pueden más que el valor de los aborígenes. Con suma crueldad tratan a los vencidos.
En 1572, el cacique Aricabacuto, tal vez cansado de un constante batallar sin resultados favorables, pacta con los conquistadores; pero este paso le traerá fatales consecuencias.
A fines del año, el teniente Pedro Calderón comisiona a Pedro Alfonso Galeas para el sometimiento de los mariches, cuya rebeldía se dejaba sentir a cada instante. Galeas lleva como guía al cacique Aricabacuto, quien era un consumado conocedor del terreno donde vivían sus hermanos de sangre.
No sabemos la misión cumplida por Aricabacuto. ¿Servir de mediador entre sus hermanos y los conquistadores, para que aquellos se sometieran pacíficamente? o ¿ir como baquiano de Galea, para que éste acabara con la resistencia de los mariches a sangre y fuego?...
En todo caso, el servicio que presto Aricabacuto al capitán Galeas cae muy mal entre los mariches, de modo que lo acusan de desleal o traidor a su raza, El cacique Taparacay planifica la venganza. Pide al capitán Galeas que le envíe a Aricabacuto como intermediario.
El capitán Galeas, al no encontrarlo, manda a un hijo del cacique y a otros familiares de éste a entrevistarse con Taparacay; pero antes del llegar al lugar son asesinados en una emboscada.
Cobraban así los mariches la deslealtad.
Aricabacuto trata de tomar venganza. Intenta dar muerte a mujeres y niños de los mariches prisioneros del capitán Garci González de Silva, pero este español salva aquellas vidas. Las acciones se entrelazan en un perdurable antagonismo.
Desaparece el cacique Aricabacuto, sin dejar tras de sí huellas que pudieran aclarar el final de su existencia y explicar su proceder, pero debió sentir sobre sí el peso del castigo por su colaboración con los conquistadores.
(otra nota del cacique Aricabacuto)
"En esa oportunidad como ahora destacó el valor histórico del lugar, -notas que amablemente nos hizo llegar-, que fue el cuartel general del cacique mariche Aricabacuto, 'cuyo territorio abarcaba el área comprendida entre la quebrada de Tusmare, al sur; el río Guaire al norte y este, y por el oeste una fila de petroglifos, muchos de los cuales existen todavía, que se prolongaba desde la hoy urbanización Colinas de Tamanaco hasta la orilla izquierda del río Tuy, pasando por el topo de Piedras Pintadas, Las Esmeraldas, El Volcán, Gavilán, Pariaguán, La Mata y San Andrés y bajar a los valles tuyeros a buscar la orilla del río'.
Explica que estos petroglifos, 'o mejor litoglifos', separaban las tribus Teques, bajo el mando local del cacique Baruta, primogénito de Guaicaipuro, de la tribu Mariche, comandada en esta región por el gran cacique Tamanaco y sus lugartenientes si se puede decir así Aricabacuto y Tapiaracuy, rigiendo éste la zona comprendida entre la quebrada de Tusmare y el río Tuy.
Abundando en la historia de estos peñones y cuevas hatillanas señala que en su parte baja el conquistador Diego de Losada fue herido en la cara, al enfrentar a los indios mariches al mando de Aricabacuto. Al respecto cita la obra del Hermano Nectario María, Historia de la Conquista y Fundación de Caracas.
'Al llegar (Losada) al primer pueblo de los mariches (Petare), lo halló desierto, encontrando tan sólo a una anciana que no podía andar, sitio que debido a esta particularidad llamaron: Quebrada de la Vieja"
La historia de Aricabacuto
La historia de El Hatillo comienza tiempo atrás, cuando los primeros hombres ocuparon estas tierras. Poco se conoce de este pasado; sólo las investigaciones arqueológicas podrían revelarlo. Pero hasta ahora, lamentablemente, carecemos de suficiente informacion.
Por lo pronto, comenzaremos con la nación aborigen mariche y su cacique Aricabacuto.
La nación mariche extiende sus dominios a comienzos del siglo XVI en los valles del sureste, anexos al gran valle de Caracas. Una fila montañosa conserva su nombre para la historia.
Aricabacuto y sus hombres viven rodeados de quebradas, arroyos y manantiales que dan origen a cursos de agua mayores, conocidos con el tiempo como Tusmare y Quebrada Grande . Sus estrechos valles de agradable frescura invitan a morar aquí.
Testimonio de esta remota ocupación guarda la Cueva del Indio, gruta que la naturaleza construyo en una de las laderas que da a la sabana. Así mismo, Las Piedras Pintadas atestiguan su presencia. Allí, los primeros habitantes dejan grabadas figuras representativas de sus creencias. Muchos años después manos profanas sustraerán ese monumento histórico. Otras piedras aún guardan recuerdos a orillas de la quebrada de Tusmare, en el camino de La India.
El Maíz, la yuca, la batata, frutos silvestres o cultivados en sus conucos, unidos a la caza y a la pesca, le deparan a diario alimentos, mientras la sabana y la montaña suministraban los materiales para el bohío, maderas, palmas y pedernales.
De los mismos mariches se desprenden los pariaguanes, que contribuyen a formar nuevos pueblos cuando la colonización se extiende hacia los valles del Tuy. El mestizo Francisco Fajardo y su madre, "la casica Isabel," de los guaiqueríes de la isla de Margarita, son los primeros en acometer la empresa de conquistar el valle de los caracas y su pequeño valle anexo de El Hatillo.
Siendo Fajardo mestizo compuesto del indio y el español, aprovecha su origen para lograr que muchos naturales se plieguen a el. No obstante, otros le combaten. Entre estos últimos destaca nuestro cacique Aricabacuto, quien le enfrenta aproximadamente en el año 1560 y sale derrotado.
Ocho años más tarde, en 1568, Aricabacuto entra en la alianza que capitanea el cacique Guaicaipuro para detener el avance del capitán Diego de Lozada y sus soldados españoles. esa alianza fracasa; Lozada derrota a todos los que no aceptaron someterse. Las armas de fuego, el caballo y el perro pueden más que el valor de los aborígenes. Con suma crueldad tratan a los vencidos.
En 1572, el cacique Aricabacuto, tal vez cansado de un constante batallar sin resultados favorables, pacta con los conquistadores; pero este paso le traerá fatales consecuencias.
A fines del año, el teniente Pedro Calderón comisiona a Pedro Alfonso Galeas para el sometimiento de los mariches, cuya rebeldía se dejaba sentir a cada instante. Galeas lleva como guía al cacique Aricabacuto, quien era un consumado conocedor del terreno donde vivían sus hermanos de sangre.
No sabemos la misión cumplida por Aricabacuto. ¿Servir de mediador entre sus hermanos y los conquistadores, para que aquellos se sometieran pacíficamente? o ¿ir como baquiano de Galea, para que éste acabara con la resistencia de los mariches a sangre y fuego?...
En todo caso, el servicio que presto Aricabacuto al capitán Galeas cae muy mal entre los mariches, de modo que lo acusan de desleal o traidor a su raza, El cacique Taparacay planifica la venganza. Pide al capitán Galeas que le envíe a Aricabacuto como intermediario.
El capitán Galeas, al no encontrarlo, manda a un hijo del cacique y a otros familiares de éste a entrevistarse con Taparacay; pero antes del llegar al lugar son asesinados en una emboscada.
Cobraban así los mariches la deslealtad.
Aricabacuto trata de tomar venganza. Intenta dar muerte a mujeres y niños de los mariches prisioneros del capitán Garci González de Silva, pero este español salva aquellas vidas. Las acciones se entrelazan en un perdurable antagonismo.
Desaparece el cacique Aricabacuto, sin dejar tras de sí huellas que pudieran aclarar el final de su existencia y explicar su proceder, pero debió sentir sobre sí el peso del castigo por su colaboración con los conquistadores.
(otra nota del cacique Aricabacuto)
"En esa oportunidad como ahora destacó el valor histórico del lugar, -notas que amablemente nos hizo llegar-, que fue el cuartel general del cacique mariche Aricabacuto, 'cuyo territorio abarcaba el área comprendida entre la quebrada de Tusmare, al sur; el río Guaire al norte y este, y por el oeste una fila de petroglifos, muchos de los cuales existen todavía, que se prolongaba desde la hoy urbanización Colinas de Tamanaco hasta la orilla izquierda del río Tuy, pasando por el topo de Piedras Pintadas, Las Esmeraldas, El Volcán, Gavilán, Pariaguán, La Mata y San Andrés y bajar a los valles tuyeros a buscar la orilla del río'.
Explica que estos petroglifos, 'o mejor litoglifos', separaban las tribus Teques, bajo el mando local del cacique Baruta, primogénito de Guaicaipuro, de la tribu Mariche, comandada en esta región por el gran cacique Tamanaco y sus lugartenientes si se puede decir así Aricabacuto y Tapiaracuy, rigiendo éste la zona comprendida entre la quebrada de Tusmare y el río Tuy.
Abundando en la historia de estos peñones y cuevas hatillanas señala que en su parte baja el conquistador Diego de Losada fue herido en la cara, al enfrentar a los indios mariches al mando de Aricabacuto. Al respecto cita la obra del Hermano Nectario María, Historia de la Conquista y Fundación de Caracas.
'Al llegar (Losada) al primer pueblo de los mariches (Petare), lo halló desierto, encontrando tan sólo a una anciana que no podía andar, sitio que debido a esta particularidad llamaron: Quebrada de la Vieja"
Excelente descripción! felicitaciones,
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAquí en la Urbanización Potro Redondo I, en la Vía de La Unión, El Hatillo, estamos sin agua desde hace 15 días, no se cumple el plan de racionamiento de Hidrocapital, llevamos 15 días sin que nos llegue agua directa, envié un twitter al alcalde Smolansky y no me respondió, bueno es de entenderse, solo atienden al pueblo en tiempo de elecciones cuando necesitan el voto. La situacion es grave con lo del agua, con la escacez de todo, la escacez de medicinas, etc. Se nos fue el pais entre las manos y no nos dimos cuenta, ya esto no es un pais, esto se convirtió en un gentío logrando sobrevivir como sea sin presencia y sin ayuda del estado. Sálvese quien pueda.
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